LA SOLUCIÓN: Creamos un diseño moderno y altamente llamativo, dominado por un intenso rojo que aporta fuerza y visibilidad en cualquier entorno comercial. Los altos contrastes entre la ilustración realista del atún y la ola azul generan dinamismo y frescura, mientras que la cuidada jerarquía tipográfica —combinando estilos manuscritos y sans serif— refuerza el carácter premium y artesanal. La disposición facilita una lectura ágil, asegurando que el producto sobresalga en grandes superficies. El resultado es un envase que proyecta personalidad, calidad y una identidad visual potente capaz de seducir al consumidor desde el primer vistazo.
EL DESAFÍO: Desarrollar el diseño de un packaging para bonito (tuna) destinado a grandes superficies, dentro de un proyecto para una multinacional suiza con presencia global. El reto era doble: captar la atención inmediata en lineales saturados y transmitir al mismo tiempo la calidad premium y el origen selecto del producto. El envase debía adaptarse a un mercado internacional, con especial foco en el consumidor europeo, manteniendo coherencia con los estándares de marca y destacando entre competidores.